El Heraldo: ETP, la oportunidad de un nuevo comienzo para los migrantes

El Estatuto de Protección Temporal para venezolanos ha recibido elogios de todo el mundo y hoy en día tiene una cobertura superior al 92 %.

«Solidaria, valiente y sin precedentes”. Así calificó la ex embajadora de la Unión Europea en Colombia Patricia Llombart, en marzo pasado, la presentación del Estatuto Temporal de Protección (ETP) a migrantes, un mecanismo que  busca proteger a la población  venezolana que se encuentra actualmente en condiciones de irregularidad —la más vulnerable—, además de desestimular la migración irregular.

Cuando en febrero pasado el Gobierno del presidente Iván Duque realizó el anuncio muchas fueron las interrogantes que surgieron con relación al mecanismo, pues poca información, en la práctica, se conocía del estatuto. 

El mismo jefe de Estado anunció que antes de que finalizara el año los venezolanos tendrían en sus manos el documento que les garantiza protección por 10 años. 

La proyección no fue descabellada, cifras de Migración Colombia señalan que a la fecha se han entregado más de 20.000 permisos por protección temporal a ciudadanos venezolanos y hay más de 364 mil de esos documentos aprobados.

El director de la entidad, Juan Francisco Espinosa, señaló que la implementación del ETP ha sido “un reto enorme”, pero con orgullo asegura que hoy en día tiene una cobertura superior al 92 %. 

“La población que nos falta es aquella que está en zonas alejadas del país, con mayores limitaciones de conectividad y limitaciones al acceso de tecnología, pese a eso los resultados han sido muy positivos y hemos encontrado una gran colaboración del Gobierno, pero también de los entes territoriales, alcaldías, Defensoría y Procuraduría”, aseguró el funcionario. 

Espinosa manifestó que el compromiso que ha manifestado el pueblo venezolano en Colombia de sumarse y de querer salir adelante “ha sido contundente”, lo que muestra la intención y las ganas de querer de salir adelante. 

“Colombia ha aprendido enormemente de las migraciones y el gran victorioso de todo este proceso ha sido el pueblo colombiano que ha asimilado muy bien el proceso migratorio, ha abierto su corazón y ha entendido que estamos construyendo una nación más grande entre todos”, destacó el funcionario.

El director de Migración indicó a los venezolanos que este mecanismo “es una autopista de oportunidades” que no tiene promesas, pero que sí busca facilitar la inclusión para aquellas personas que tomen la decisión.

“Es un mecanismo que ubica al ser humano en el centro y que le facilita la inclusión en la sociedad y el avance. Está creado para todos los migrantes venezolanos que merecen una segunda oportunidad y con las cuales podemos crear un país mucho más grande”, reiteró.  

Visiones

Lucas Gómez, gerente de Fronteras para la Presidencia de la República, considera que el estatuto de protección “es la llave maestra” para la integración económica de la población migrante en Colombia, pues permitirá la materialización de muchas opciones para esta población como la inclusión financiera, acceso a servicios sociales, aseguramiento en salud, a ingreso a la educación superior.

“Desde que se lanzó el estatuto temporal de protección hemos sentido el apoyo por parte de las todos los socios que hacen parte del grupo interagencial de flujos migratorios mixtos y en los países donantes de Colombia para el tema migratorio. En ese sentido agencias de Naciones Unidas se han reportado presentes con apoyo logístico y con fortalecer la mano de obra para avanzar con la concertación y la confluencia de los migrantes para acceder al mecanismo”, indicó Gómez en diálogo con EL HERALDO. 

La Gerencia de Fronteras dentro del proceso es el “articulador” para que esa visión que tiene el presidente de la República se materialice en el ejercicio de la integración socioeconómica de la población migrante.

“También trabajamos al interior del Gobierno, con los diferentes sectores, educación y salud, trabajo, el ICBF y todos los sectores habilitantes para que el estatuto temporal sea esa llave maestra para la integración socioeconómica. Estamos trabajando día a día, cuerpo a cuerpo, con la cooperación internacional y con las instituciones del Estado, gobiernos locales y Migración Colombia para materializar todo esto”, aseguró Gómez. 

El propio comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en su visita a Barranquilla en junio pasado, resaltó: “Colombia le muestra al mundo que no se necesita ser un país rico para tener una agenda migratoria clara, comprometida, fraterna y que de manera inequívoca proteja los derechos humanos de miles de personas”.

Para el migrante Thailer Fiorillo, presidente de la Fundación De Pana Que Sí, la implementación del estatuto en el Atlántico ha contado con el apoyo de “muchos actores”, como la Cruz Roja, el Distrito y por supuesto la regional de Migración. 

“Desde febrero y hasta el 30 de noviembre estuvimos apoyando con la divulgación de la información, después el proceso del enrolamiento y finalmente con la obtención del documento. Logramos 5.000 afiliaciones efectivas al sistema de seguridad social de venezolanos en todo el departamento que ya cuentan con el documento de protección”, detalla Fiorillo.

La fundación de este venezolano en Barranquilla se dedicará en los próximas semanas a incentivar la regularización de los migrantes que, por diferentes razones, no se han acogido al estatuto. 

Un reto

Desde la Fundación Ideas para la Paz (FIP) consideran que, a pesar de estos esfuerzos significativos en materia institucional, todavía queda un largo camino por recorrer que supone una buena cantidad de retos y oportunidades.

“Uno de los factores determinantes para el éxito de todo este proceso es la inclusión productiva de la población migrante, pues de ello depende el sustento y estabilidad de cientos de familias y la proyección de un futuro prometedor”, señala la FIP en su más reciente informe. 

La adecuada integración de la población migrante significará para Colombia, según la fundación, “una dinamización” del mercado laboral y oportunidades “para impulsar la productividad y el crecimiento económico”.

“Quiero una mejor educación para mi hijo”

Génesis en compañía de su hijo y su mamá.

Génesis Rodríguez, una venezolana residente en Barranquilla desde hace 4 años, asegura que el proceso para que su hijo Mateo y ella pudieran acceder al documento “fue fácil”. 

“A uno cuando le dicen que se requiere de un dispositivo e internet para realizar el proceso uno se frena porque considera que es complicado, pero no es así, y menos cuando tienes a personas dispuestas a ayudar para que el registro no sea complicado”, asegura la mujer nacida en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, con el documento de su hijo en las manos. 

Para ella, este permiso le abre la posibilidad de poder planificar, al menos por 10 años, su futuro en Colombia. “Aspiro a que mi hijo cuente con salud y una mejor educación. Mi hijo tiene 4 años, llegó acá hace 6 meses, y con este documento puedo asegurar que él pueda estudiar de manera ininterrumpida por todos estos años que vienen”. 

Rodríguez manifiesta que para ella también cambiará la posibilidad de poder brindarle un mejor futuro a su hijo. “Con este documento podré seguir con mis estudios y por supuesto tener la oportunidad de acceder a un mejor empleo”.“Con este documento nos sentimos protegidos”

La familia Altiere Arteaga feliz tras recibir el estatuto.

Para la familia Altiere Arteaga el hecho de que sus hijas cuenten hoy con el documento de protección les da una “tranquilidad” que, según dicen, no sentían desde “hace años”. 

La familia conformada por Albanys Arteaga  y Luis Alberto Altiere y sus dos hijas (Luisiaylah y Luiriannys), oriundos del municipio Cabimas, estado Zulia, residen en Barranquilla desde hace dos años. La falta de empleo y la incertidumbre de un futuro fue la principal causa para que estas personas salieran de su tierra buscando mejores oportunidades. 

“Salimos de Venezuela sin saber qué nos esperaría acá. Fue una decisión muy difícil, pero buscar mejores condiciones de vida para las niñas fue lo que nos motivó a salir”, dice Albanys sosteniendo con fuerza el documento de su hija menor.  

La familia señala que a su hija menor le salió la afiliación a la salud y esperan poder inscribirla en el colegio para que pueda comenzar el próximo año su periodo escolar. 

“Hoy en día no tenemos un empleo estable, pero estamos seguros y confiados de que vamos a poder conseguirlo. Con este documento nos sentimos protegidos, sabemos que todo en este país, que nos ha recibido con los brazos abiertos, es posible”, señala Luis Alberto, quien asegura que hará uso del permiso durante los próximos 10 años.“Ahora tenemos en Colombia un futuro prometedor”

Gusmary Paredes junto a su hija que ya recibió el documento de protección.

Gusmary Paredes es licenciada en Gestión Social, reside en el barrio San Isidro, desde que llegó proveniente del estado Falcón. Desde entonces se dedica a la venta de fritos en la casa en la que está alquilada. 

La mujer de 39 años llegó con su hija Camila, quien en ese momento tenía 2 años, hoy ya tiene 6, a lo largo de estos 4 años asegura que ha tenido “momentos difíciles”, pero jamás ha perdido la esperanza de que las cosas en su vida vayan cambiando. 

“Mi hija ya tiene el documento de protección, la verdad el proceso fue más fácil de lo que creía. Espero con todo esto poder mejorar la calidad de vida de mi familia. Siento que con todo esto ahora tenemos en Colombia un futuro prometedor”, aseguró Paredes, quien agradece a todos los que en este país han luchado por los derechos de los migrantes. 

Acompañada de su hija Camila, Gusmary no descarta la posibilidad de algún día poder regresar a su país, pero mientras eso se materialice pone a disposición su conocimiento para “ayudar a este gran país”. 

“Nosotros, los venezolanos tenemos  mucho que agradecerle a Colombia, por su acogida, por su ayuda, por su protección. Quienes salimos de nuestra tierra no lo hicimos por turismo o por vacaciones, salimos a luchar y acá, con este Estatuto, vemos amparados esos sueños con los que nos arriesgamos a dejarlo todo”, dice la mujer. Mujer migrante, historia de inclusión

Katerine Ortega, de 21 años, que llegó a Cartagena hace dos años con cinco meses de embarazo. Asegura que llegó al barrio El Pozón, uno de los barrios más vulnerables de la capital de Bolívar.  

“Yo no tenía papeles ni documentos, había venido desde Zulia con mis tres hermanas menores y mi mamá, y mucha gente me despreciaba por mi acento. A decir verdad, trataba de quedarme callada, era muy insegura, intentaba que la gente no me notara mucho”, dice la mujer, quien hoy es una de las más de 1000 migrantes venezolanas que han participado en los Diálogos Comunitarios, una de las acciones de ONU Mujeres en el marco del proyecto “protección, integración y empoderamiento de las mujeres en contextos migratorios en Colombia”.

Entrar a ese proyecto le permitió a Katerine empoderarse de sus derechos como migrante.

De acuerdo con ONU Mujeres Colombia, el país continúa ubicándose como el principal país receptor de población venezolana, presentando entre 2016 y 2021 un incremento de más de un millón y medio de personas, registrándose a corte del año 2021 un total de 1.842.390 personas migrantes, de las cuales el 50,2 % corresponde a mujeres que migran en edades principalmente entre los 18 y 39 años. 

“Los territorios de la Costa Caribe y Nariño se ubican actualmente dentro de los diez principales departamentos con alta recepción de población proveniente de Venezuela”, destaca el organismo. 

Mira la nota en: https://www.elheraldo.co/barranquilla/etp-la-oportunidad-de-un-nuevo-comienzo-para-los-migrantes-874101

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Fundación De Pana Que Si es una organización sin ánimo de lucro, legalmente constituida desde el año 2018, con una corta pero intensa trayectoria para contribuir a una respuesta integral a la realidad excluyente que vive la población en desventaja social y económica, especialmente la población migrante venezolana y los colombianos retornados. 

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